jueves, 10 de junio de 2010

¿Por qué vivimos pensando en el daño que sufriremos? ¿No sería mejor pensar en el momento hermoso que estamos viviendo? y sin embargo no, no se puede; no se puede evitar pensar en el horrible momento que no quisieras repetir, en el terrible momento que hizo que derramara lagrimas, que hizo que tu mundo se caiga a pedasos, se desmorone, el momento que tu única guía soltó tu mano, el momento que te perdiste en el camino y te quedaste sentado y solo en la oscuridad, por miedo a tomar la dirección equivocada. Pero no entiendo por que hoy derramo estas lagrimas, por qué tengo miedo a volver a vivir todo lo que pasé, si una persona me levantó, me tomó de la mano y me mostró el camino; me secó las lagrimas, me saco del poso, me dio luz, me dio vida. ¿Será que no somos concientes de lo que nos pasa hoy? ¿Será que no podemos sacar la cabeza del pasado o será que esa herida que parecia no sanar nos marcó para siempre? La única solución es ser concientes de lo que verdaderamente pasa, juntar coraje, ver la realidad.