sábado, 12 de junio de 2010

Tan sólo me queda luchar, no por supervivencia si no por orgullo. Las cosas que se van ya no vuelven, siempre se pierden entre murmullos, la vida es triste y, sin embargo, sonrío. A mí me enseñaron a combatir, a anular y derrotar la tristeza desde que yo era un crío, soy agradecida, aunque me muestre algo fría. Yo sé que me cuesta sacar de dentro todo lo mío, hace tiempo que cayó al vacío ¿Será por amor? ¿Será por amar? ¿Tal vez por amarte? ¿Será que tengo que demorarme hasta morir por ti y, aún así, acabaré por odiarte? Porque así son las cosas de la vida y porque así funcionan. Lo que nos dice la cabeza, más tarde, el corazón lo traiciona. Vivo buscando un por qué y la única respuesta es una pregunta. Envié al cielo un socorro y me devolvió todas mis plegarias juntas, mi musa se marchó un día y, desde entonces, no sé de ella. Te juro que prefiero la soledad antes que sufrir por el chico más bello. No caeré al olvido ebria entre el licor de las botellas. Todos los sueños yacen rotos en el fondo de las estrellas y estoy buscando una razón para continuar. Tengo que sacar fuerzas de donde sea y que nada ni nadie lance mi esperanza al mar, estoy buscando una razón para continuar. Tengo que ser la mejor y afrontar cualquier obstáculo que en mi vida se pueda cruzar