viernes, 9 de julio de 2010

No esperes que te odie, tendrías que saber que eso es imposible para mi. Odiarte es darte demasiada importancia, y vos no te mereces ni eso de mi. Sos tan poco hombre, la verdad no sé como llegué a estar con vos, como me pude enamorar de semejante imbécil. Sabes, vos no fuiste, no sos, ni serás nada para mi. No; sabes que si, si fuiste algo en mi vida, desgraciadamente, fuiste un gran error, del cual me arrepiento tanto, un error que nunca más en mi vida lo voy a volver a cometer.